
Es importante evitar las pesadillas para un óptimo descanso
Todos experimentamos inseguridad y miedo en muchos momentos de nuestra vida. Los niños, en este caso, no son para nada diferentes. Esta inseguridad frente a un mundo que guarda misterios que ellos desconocen, puede verse traducida en miedos irracionales hacia la oscuridad, la soledad y las amenazas imaginarias. Es en estos casos cuando surgen los recelos a la hora de irse a la cama. Antes de censurar a tu hijo, escúchalo atentamente y haz que exprese sus preocupaciones como método para poder canalizarlas y superarlas.
Cuando hablamos de pesadillas nos estamos refiriendo a esos sueños angustiosos que todos tenemos en estados de sueño profundo o semi-profundo, y que posteriormente recordamos de manera parcial. Los terrores nocturnos, al contrario, no suelen ser recordados y suceden en momentos en que el niño pasa de un estadio de sueño profundo a otro superficial. Ambos fenómenos pueden ser la expresión irracional de enfermedades, estrés, ansiedad o cansancio. En este sentido, exponer al menor a películas, videojuegos y demás contenidos violentos no beneficia en nada a su tranquilidad nocturna.
Comprensión, diálogo y tranquilidad por parte de los padres es lo que necesita un niño para superar las pesadillas. Sin embargo, existen una serie de pautas que pueden ayudar a los padres a hacer el momento de irse a la cama mucho más fácil y pacífico. Durante las horas previas al momento del sueño es siempre indicado no propiciar actividades demasiado activas que acaben por poner nervioso a tu hijo. Al contrario, lo que es beneficioso es que propicies un clima de calma y sosiego que invite al descanso. A algunos niños les gusta que sus padres les cuenten cuentos, canten canciones o simplemente les arropen.

Monstruos imaginarios amenezan en la oscuridad
Para crear un ambiente agradable, las rutinas (de higiene, ponerse el pijama, levantar la cama, etc.) también pueden ser útiles. De lo que se trata es de hacerle ver que el momento de irse a la cama es especial. Para ello puedes regalarle un muñeco que le acompañe por las noches o incluso una lamparita de colores que él identifique, de manera positiva, con la oscuridad.
Dormir es esencial para el completo descanso y desarrollo del menor por lo que, como padres, hemos de hacer todo lo posible para conseguir inculcarle unos buenos hábitos de sueño y una rutina que le sea agradable.
Fuente: Psicología-online.com
Niño durmiendo por woodleywonderworks en Flickr
Ilustración de Jiri Tinka para H.C. Andersen por A Journey Round my Skill en Flickr