El equilibrio es la capacidad que tenemos las personas para coordinar nuestros movimientos. Aunque muchos piensan que las alteraciones en el equilibro o desequilibrio solo se presentan cuando hay algún problema de oídos, estos no son los únicos órganos responsables de que podamos mantener bien el equilibrio. También influye la vista (los ojos), las articulaciones, los músculos y por supuesto el oído que deben trabajar de forma conjunta para conseguir que el ser humano consiga mantenerse en pie. Además, el equilibrio es una de las habilidades motrices del ser humano que lo ayuda a mantener el centro de gravedad gracias a la interacción conjunta de estos órganos.
Los patrones basicos de equilibrio son un conjunto de reacciones donde intervienen esos órganos para conseguir sostenerse y mantener la posición y aprender a adoptar posturas correctas, así como la reacción a tiempo de nuestro organismo para actuar ante situaciones de desequilibrio. Para el niño empieza el aprendizaje de ese equilibro en el mismo momento en el que comienza a gatear o caminar, pero será parte de su aprendizaje a la hora de caminar, aprender a montar en bicicleta, jugar y moverse por diferentes entornos, etc.
Si un niño tiene trastornos del equilibrio puede tener problemas a la hora de aprender, de jugar o de desenvolverse por si mismo. Aunque no es muy común que un niño tenga problemas de equilibrio es importante detectarlos a tiempo y no subestimarlos ya que puede influirles negativamente en el desarrollo de sus habilidades motrices. Los niños, cuando empiezan a caminar empiezan a aprender a jugar y a reaccionar ante estímulos y es bueno que les ayudemos con algún objetivo a que desarrollen el equilibrio a través de juegos o ejercicios. También es importante saber que los tres primeros años del niño son importantes para el desarrollo motriz del pequeño.
Para saber si un niño tiene problemas para mantener el equilibrio deberemos estar atentos a cómo reacciona el pequeño ante las situaciones diarias como caminar, quedarse parado, si sube o baja bien las escaleras, si se choca constantemente con las cosas o se tropieza, si se cae demasiadas veces o si le notamos una sensación de inestabilidad. También es posible que al pequeño le cueste caminar en superficies que no estén bien niveladas, también podemos notar que camina con las piernecitas mas separadas de lo normal o que tiene vértigos. Siempre que notemos cualquiera de esta situaciones fuera de lo común, debemos acudir al pediatra para que determine si el niño puede tener problemas que influyan en su buen desarrollo.
Fuente | ugr.es
Foto | Tiago Cata en Flickr
leidi jhoanna
bn bn gracias