El shiatsu es una técnica japonesa relajante, que elimina las condiciones de malestar físico y psíquico de la persona.
Shiatsu viene de la palabra japonesa shi (dedo) y atsu (presión), aunque también significa el corazón en las manos, una frase que nos da una idea sobre el poder que ejerce el masaje shiatsu sobre el cuerpo y la psique del receptor. Es una técnica de manipulación ejercida con los dedos, con la palma de las manos y a veces con el codo, efectuado muy lentamente, en condiciones de tranquilidad y silencio. Sirve para eliminar las tensiones, calma las contracturas musculares, y provoca un estado de relajación alejando la angustia y preocupaciones.
Las ventajas que ofrece esta técnica para una mujer embarazada son muchísimas, ya que la futura mamá sobre todo en los últimos meses de embarazo sufre a menudo tensión y dolor en la espalda y en la pelvis, además de cansancio e hinchazón en las piernas, y el shiatsu permite aliviar estos trastornos al igual que los ejercicios de Kegel y ayuda a relajarla. Además durante las últimas semanas de gestación, el shiatsu es una buena forma de preparación física al parto, ya que con esta técnica se ha ayudado a dar a luz por vía natural a mujeres que corrían el riesgo de sufrir una cesárea innecesaria.
Una sesión de shiatsu dura una media de unos 45 minutos aproximadamente, y aunque hay que tumbarse boca abajo evidentemente en una mujer embarazada eso está contraindicado por lo que la futura mamá se colocará de lado o sentada. Se comienza por la espalda y las piernas y luego se pasa a las zonas de interés en el embarazo, la zona sacra, la pelvis y la superficie interna de las piernas.
El shiatsu puede darse en todos los periodos del embarazo salvo el primer trimestre por el riesgo natural de complicaciones, y por supuesto solo un profesional puede aplicar correctamente un masaje de shiatsu
Vía | Revista Mi bebé y yo
Foto| Yanik Chauvin