Cuando los niños alcanzan los cuatro o cinco meses suelen requerir alimentos más sólidos como las papillas de cereales sin gluten además de la lactancia materna eso es el destete, con sabores nuevos y más consistencia, pero sus primeras papillas en verano llevan añadida la complicación de el calor que hace que su apetito muchas veces sea menor o sus horarios de comida cambien y por lo tanto rechacen el alimento.
Como ya hemos dicho muchas veces la lactancia materna es fundamental ya que la lactancia materna transfiere inmunidad al bebé y los expertos recomiendan alargarla como mínimo seis meses, pero cuando comencemos a darle sus primeras papillas en verano además de mantener un cierto grado de paciencia, sin obligar al niño a comer si no quiere ya que si no come a una hora más tarde solicitará el alimento, ir cambiando los alimentos que le proporcionamos dejando un intervalo suficiente para que dé tiempo a reconocer si tiene alergias y a que se acostumbre a los sabores.
Para que acepte bien las primeras papillas en verano lo mejor es proporcionarle compotas de frutas que llevan agua y pueden estar fresquitas, además las frutas son muy beneficiosas para la salud del pequeño ya que regulan el tránsito intestinal, es muy normal que no se acabe toda la papilla recuerda que al igual que tu el calor afecta al apetito, procurar que los purés no sean muy densos ya que en verano apetece comer más ligero y ellos no son la excepción.
Las papillas de verduras son muy ricas en agua y minerales también y son fáciles de digerir, además de que sirven para compensar los líquidos que se pierden con el sudor. Los zumos son una opción muy buena al agua ya que son dulces y suelen gustarles y se pueden ofrecer fresquitos para que el pequeño los tome bien además de aportar muchas vitaminas. Si ya puede tomar yogurt es rico en calcio y proteínas y es muy refrescante ideal para el verano.
Por supuesto por las mañanas una papilla de cereales es lo mejor para que tenga todos los aportes necesarios de nutrientes y comience el día con fuerzas, además de ser fácil de tomar y de digerir la marca Blevit tiene ahora además un casting de papillas Blevit Plus que puede proporcionarte un año de papillas gratis para tu pequeño.
Foto| Tomasz Wojnarowicz
Mónica
Mi hija nunca comió papillas, ni de frutas ni de verdura. Tomaba papilla en el biberón, pero con cuchara, ni querer probarlas. Hasta los 8-10 meses no quiso más que teta. Ahí comenzó a comer plátano desmenuzado primero y luego a mordisquitos. Con 10 meses se comía ella sola el plátano por el parque a la vez que jugaba. Nunca se le cayó. También le hacía manzana y pera en trozos al vapor que quedaran enteras y un poco duritas para poder cogerlas ella misma con las manos y comérselas. En cuanto pudo masticar y tragar la fruta natural ya no la quiso cocida tampoco. En verano ya con 12 meses comía melón y sandía ella sola. Se ha alimentado básicamente de leche materna hasta los 17 meses. Comía ella sola fruta, cereales kellogs, pan, macarrones. COmenzaba a probar un poco las lentejas, la carne y otros alimentos de lo mismo que nos servíamos nosotros en la mesa. Desde casi que nació ha estado con uno de nosotros sentada encima mientras comíamos observándolo todo y participando. Con 17 meses un día en casa de mis suegros le echamos una cuchara de nuestras lentejas y se las comió. Luego comió carne y postre. Desde entonces no ha parado. Come casi de todo si tiene hambre y elaborado en la misma cazuela que para nosotros. Y ella sola con sus propios cubierots. A día de hoy con 24 meses sigue tomando pecho y está sana y es feliz. En su vida no ha tenido más que un episodio de fiebre que la pediatra nos dijo que era porque le salían las muelas y un par de catarros. Hasta prácticamente los 17 meses su alimento principal ha sido la leche materna. Con el término inglés «destete» se refieren a la introducción progresiva de los alimentos sólidos que conviven con la leche materno. Para nosotros destetar es quitarle la teta a un niño para darle biberón un otros alimentos. Carlos González en su libro «Mi niño no me come» aconseja que se realice a la manera anglosajona. La leche materna sigue siendo la fuente principal de hidratos de carbono y proteínas aunque se añadan otros alimentos a la dieta. Y sigue fortaleciendo el sistema inmunológico igual que lo hacía cuando era un recién nacido. Pensar que la leche materna «no vale» porque el niño es mayor, no es más que un bulo en el que desgraciadamente siguen creyendo muchos pediatras.
MMar
La Asociación Española de Pediatría y la OMS recomiendan la introducción de la alimentación complementaria a los 6 MESES.
Hasta los 6 meses la alimentación es exclusiva de leche (materna o biberón).
Es verdad que algunos pediatras lo adelantan en determinadas circunstancias pero hoy en día lo considerado mejor por los expertos es A PARTIR de los 6 meses.
Si no será por tiempo para comer sólidos…
Y esta es la recomendación de alimentación infantil de la Unión Europea.
http://www.aeped.es/pdf-docs/2008/recom_ue_alimen.pdf
Saludos