Llega la Navidad y con ella Papá Noel y los Reyes Magos. Los niños no paran de pedir y pedir y se ven inmersos en un océano de juguetes donde es difícil elegir ya que hay mucha variedad. No obstante, en este universo de juguetes hay algunos que mandan y sobre todo aquellos que están relacionados con series televisivas o el cine. Es un ejemplo la princesa “Rapunzel”, las muñecas de las “Monster High”, el coche de “Cars” o los divertidos, los cariñosos juguetes de “Toy Story” o “Bob Esponja”.
Como regalos de Navidad para las niñas tenemos las míticas muñecas de «Barbie», las «Pin y Pon«, la «Nancy», etc. Aunque tengo que decir que visitando diferentes jugueterías me he dado cuenta de que las marcas vuelven a recoger muñecas del pasado vendiendo modelos a precios muy caros. Son un ejemplo la “Nancy” o los “Barriguitas”. También están de moda una serie de muñecas, que personalmente no me gustan, pero que a las niñas les encanta: las “Monster High”. Para los niños el mundo de los juguetes gira en torno a “Cars” o “Bob esponja”.
En todo esto estamos los padres, que debemos guiarlos y ayudarles a pedir lo que es oportuno o lo que se puede, dada la economía. Personalmente opino que los juguetes están realmente muy caros, ya que si te pones a pedir un “Perdigón” de “Toy Story” te gastas un dineral y poco queda para otros juguetes, por lo que es importante hacer ver a los niños que no se pueden pedir muchos juguetes y que deben decidir bien qué quieren escoger, pero es también labor de los padres descubrir cuál es el juguete que le hace más ilusión al niño.
Los niños tienen mucha variedad, pero también hay precios muy caros. Para los padres es difícil a veces ayudarles a decidir ya que sólo vemos números, por lo que es importante dejar que los niños elijan, pero explicarles que hay que compartir con el resto de niños del mundo y que de entre lo que han pedido, los Reyes Magos o Papá Noel elegirán lo que le dejan debajo del árbol de Navidad.
El caso es que se me ocurre que hay muchos juguetes y los niños piden mucho, pero para los padres que estamos escasos de liquidez podemos llegar a un acuerdo o fórmula: un juguete caro y el resto que sea de marca no conocida, es decir, dejemos que los niños jueguen con su muñeco favorito o el que le hace tanta ilusión, pero el resto de regalos que se encuentren no tienen por qué ser de precios altos. Existen en el mercado muchos juguetes educativos muy divertidos que estimularán su creatividad y les ayudarán a jugar en grupo. Además, no necesariamente un bebé de juguete tiene por qué ser de marca, probablemente con uno mucho más barato también se lo pasará bien. Los niños pueden fijarse en las marcas, pero no tenemos por qué regalarles sólo juguetes tan caros.
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